5/8/06

Historial de pequeños fracasos o bien, cuando sueñas con un chiste buenísimo pero cuando te despiertas ya no te acuerdas de porque era tan bueno

primera parte: pues total! si no me estoy casando!

El titulo en honor a un fracaso precoz, es precisamente una manera de empezar a limpiar el desorden en mi. ¿Por qué un fracaso precoz? La respuesta es simple: todavía no tengo 30 años y de alguna manera ya me encuentro ante una crisis-juicio personal de todo lo que he hecho y supuestamente quiero hacer.
Es difícil entender como durante estos momentos ya no me acuerdo lo que quería hacer de mi vida; me acuerdo de todo lo que he hecho y recuerdo como todo en su momento me parecia la decisión correcta (siempre había ADORADO tomar decisiones, algún tipo de chaqueta mental que tenía que ver con el hecho de sentir que tenía mi vida bajo control, ja!) pero ahora esa parte de desarrollo en el porqué era correcto se me perdió. Simplemente no lo encuentro.
Poco a poco empezaré a desmembrar esto que ahora llamo madeja de fracacitos que es la pasada decada de mi vida y tal vez en el camino me encuentre un poco de razón que me dé paz y motivo para la próxima. Pero seamos claros, por el momento todas estas decisiones casi me parece que las tomó otra persona, sencillamente no me reconozco.
Me acuerdo como en su momento me pareció una idea perfecta el hecho de irme a vivir con alguien con quien llevaba dos semanas de andar. Creo que lo que pensaba en ese momento era "total, no me estoy casando y para qué andar con alguien dos años y darte cuenta de todo lo que no te gusta si te puedes dar cuenta en un mes" o algo parecido. Y bueno, había emoción, cariño, ganas, ilusiones..... todo lo que uno podria esperar y más; y esto podría quedarse simplemente en un intento fallido (porque por supuesto que fallo), lo que a mis ojos lo convierte en un fracaso rotundo era esa pequeña sensación de saber desde el inicio que no era lo que yo quería realmente, ni la persona, ni el momento..... digamos todo el perfil del asunto.
Todo empezó en base a un problema de logistica realmente, acababamos de empezar a andar y yo regresaba a mi ciudad (después de tres meses de estudiar fuera) y el muchacho en cuestión (a quien aqui llamaremos el bato loco forever), oridundo, apegado a su familia conservadora, un poco más chico que yo (en ese momento tenia 25 años... sin comentarios) y un poco desequilibrado mentalmente (pero solo un poco y sobra decir que me di cuenta mas tarde) resolvió que lo mejor sería que él dejara todo, hiciera maletas y se fuera conmigo. Yo, antes de irme a estudiar ya había tenido un round bastante fuerte con la leona dormida por independizarme (idea un poco fracasasda también, pero luego volveremos a ese asunto); argumenté (me acuerdo perfecto!) que era lo más sano, y así quedó determinado que en cuanto regresara de estudiar me iría de mi casa para empezar mi so called independencia materna. Por lo tanto, la solución del bato loco sonaba a todas luces perfecta: total, yo de todas formas ya me iba a mudar de mi casa, si el venía conmigo pues entonces vivimos juntos, para qué buscar él un departamento si de todas formas probablemente estaría desocupado siempre.
Ok, yo dije bien decidida..... ahi es donde entra el fracaso, yo no tenía ganas de compartir espacio vital con nadie que no fuera yo, quería tener mi casa, mis cosas como se me pegara la hinchada gana. Tengo que decir a mi favor que todo esto quedó claro un tiempo después pero digamos que en mi contra que nunca siquiera se me ocurrió pensarlo.
Todo esto me estalló en la cara con una depresión mortal del bato loco forever que ya no sabía ni que hacer con él mismo al cabo de 6 meses y por supuesto lo único que si sabía hacer era estar del peor humor posible y tratarme con la punta del pie. Todavía duramos 3 meses más en los que me hice medio wey y solamente me desperté un dia y me di cuenta que ya no lo quería, en ese momento se lo dije y después de un día de teatritos y lagrimas de cocodrilo llamó a su familia a que fuera a recogerlo.... leyeron bien. En vez de tomar un avion (tenía dinero, era codo, pero no hay excusa), irse a donde quisiera en su coche (si, tenia coche), no.... mejor le habló a sus papas para que lo vinieran a recoger.
Después de esto tuve un poco de cruda sentimental pero principalmente me sentía aliviada, feliz de estar sola, reina de mi departamento con una cama, un refri y una tele, todo completamente mio (at laaaaaaaaast!) y lista para comerme el mundo a mordidas. Eso pensaba yo... porque en realidad todavía es momento en el que no le puedo arrebatar ni una migaja caida, pero esa es otra cosa, ese era para mi un momento de gloria.