29/4/10

réquiem


Hace un año empecé mi ausencia, la tuya era inminente y yo ya no quería más mundo, ni más espacio. Llegué hasta aquí como una locomotora ausente, tiznada y huyendo de pensarte olvidado. En verdad huyendo es una palabra bastante adecuada para describirlo; hui de todos los que me pedían que no me rindiera, otra cosa que no fuera esa no tenía sentido; hui de las piezas que componían mi tonada; hui de cualquier olor y color que me recordara lo que soy y, por supuesto, lo que eres. Solté un par de patadas voladoras a los que trataron de encontrarme y me fui.

Me gusta pensar en ti ahora, con más aire del que te podía entrar en los pulmones. Es un dia de la santa cruz que, para mi, ya es mas tuyo que de ningún albañil. Ahora que regreso se siente como un parto a la inversa; es volver a mi cueva de gestación, toda mía. Aquí y ahora sí estas tú, no los planes estúpidos y los motores sin rumbo destartalándose. La vida es echarse a pender cada vez un poco mas, pero aquí no tanto. Necesito que me digas muchas cosas, todavía no puedo sola.

Me gustaría darte una misa de réquiem, sólo porque te gustaban, pero a mi me gustaría más si fuera de música, con cantos y todo; igualito que esa música estas tu aquí y ahora.