17/4/09


su expresión, oscila entre el hartazgo-resignación-confusión-sorpresa-angustia. niño anciano, tiene una cara en donde se puede leer todo; cuando me vió pude ver cómo no se acordaba de que existía y el gusto que le dió reencontrarme, le gusta mucho que le hablo como si no estuviera enfermo, como si no fuera un niño, como si no se fuera a morir. por eso hace su mejor esfuerzo por seguirme la plática pero ya no puede, ya no me puede aleccionar cada argumento, ya no me regañó por rojilla, ya no me pidió cansadamente que no sueñe tanto. casi me molesta que sea cariñoso, porque él nunca lo fué. lo tuve cogido de la mano una hora y de pronto volteó asustado y me preguntó que dónde está magdalena, yo sigo con su mano entre las mías, aquí estoy. sus manos, que antes se las zacateaba con alcohol cada que regresaba de la calle, ahora son bien frágiles, llenas de moretones, su piel con espesor hoja de biblia, aprieta fuerte pero ya no lo conectan con nada, sus manos.

16/4/09