Pensé que estaba lista para salir al mundo otra vez, que nomás tendría que acostumbrarme. A penas asomé tantito la cara y me knockearon. En serio que para esto del mundo real no estoy sirviendo. Las leyes, soy incapáz de relacionarme con ellas sin que me atropellen, sin que me engañen de la forma más vil, chafa, rastrera de mierda. En las leyes aprenden a engañar, a ver todos los ángulos posibles, son cazadores perfectos... y al parecer, yo la presa pendeja perfecta. Trampas de elefante a las que camino derechito sin tener idea. La semana ha resultado poco afortunada. Y yo tan mala como siempre para nadar entre tiburones, me cae que no aprendo.
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3 comentarios:
Magdalena querida, a todos nos ocurren esas cosas, unos días malos, un tropiezo, una mala experiencia, pero leyéndote pienso que tienes valores enormes que mereces desarrollar... ánimo y suerte, que a todos nos llega. Muchos besos,
V.
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