10/7/08

inconcluso

Me tardo en entender. Será que ahora tengo mucho tiempo libre, tal vez, pero no... hasta cuando no tengo tiempo me tardo, y bueno o malo soy fan de las señales y quizá tampóco eso ayude. Ni modo, así es. Puras chaquetas mentales, probablemente, sí, pero no puedo dejarlo pasar así namás.
1. Llegó mi primer novio, el primero que me dijo que tenía ojos bonitos cuando pasé al pizarrón; yo tenía 12 años y el 13. Me contactó y quedamos de comer un día, ese día comimos y me dí cuenta que él me ve exactamente igual que cuando nos conocimos (yo también a él, de hecho hasta su voz me parece la misma). Eramos unos mininovios lindos, compartíamos nuestro lunch en el recreo y nos dábamos regalitos y cartitas y esas cosas; hasta que un día durante uno de esos recreos se empezó a formar un grupito cada vez más grande alrededor nuestro gritando "¡beso, beso, beso!", sólo nos dábamos besos en el cachete y eso fue lo que hicimos en ese momento. Una semana después la directora habló conmigo para decirme que la escuela no era lugar para "esas cosas" (¡¡¡pe-pero si yo no hice nada!!!) y también habló al respecto con la leona dormida, muy bonito, sí. Esto fue suficiente para que la leona dormida tomara cartas al respecto y me cambiara a escuela de monjas para la secundaria... no fuera a ser que me emputeciera tan rápido.
2. El joven vuelve a pedir contacto... que noooooooo.
3. Me contactó, después de 10 años, mi ahora "amigo y servidor". Ese fue mi primer amor, mi primer novio; yo 16 y el 20 (uy, me esta costando mucho escribir esto...). La cosa corta, fue un noviazgo de 3 años, tortuoso por los celos de él y mis inseguridades pero también fuerte, verdadero y lleno de amor, de ese del bueno, que le dicen. El principio del fin, su hermana fallece en un accidente cuando él iba manejando, su familia se viene abajo, unos 6 meses después él empieza a tratarme mal, le suelto un cachetadón de esos de telenovela, terminamos, volvemos relativamente pronto porque el nene se va a vivir fuera y eso de que yo anduviera con alguien más pues como que namás no gustaba y bueno, yo seguía enamoradísima. Se fué, la relación siguió en larga distancia hasta que de un día para otro el muchacho tuvo a bien nunca volverme a llamar, ni contestar, ni nada.
El precumpleaños, con amigos recientes y de más de 15 años, hubo un momento en el que la plática remontó a mi historial de parejas. A mí se me hizo eterno el tiempo que duró pero manejé perfil bajo por no alargar el tema todavía más, y empezaron las preguntas y las respuestas: "¿Pero cuál era él que te perseguía? No, bueno, ese cabrón se metía de todo. ¿Cuál era el esquizofrénico? El que también era alcohólico. ¿Te acuerdas del fenómeno? De esos hubo una serie de 3, ¿tú dices el abogadete? Me cae que ¿cómo le haces? Ni sacándolos de la sección amarilla, pués ¿qué les haces? ¿Te acuerdas del casado? No, el otro, él que no te dijo. ¿Qué me dices del tamagochi?
Yo nadamás pensaba en los otros, de los que no hablaban, que se dividen en dos categorías: de los que nunca hablé y los que transcurrieron sin incidentes. De los que no hablé son mucho peores que los peores de los que conocen. Los que transcurrieron sin incidentes: 1, y ese fue bien lindo; con todo, hace un mes me enteré que amenazó a un amigo mío (reaparecido recientemente también) que en ese entonces trabajaba en una librería, lo tuvo que sacar la policía.
Todo esto me ha hecho pensar que hay algo que no he terminado de entender, como si la película se hubiera atorado en una sección que se repite, con actor diferente, pero por lo demás, misma cosa. Para el cumpleaños me voy de viaje, a ese lugar que me ha marcado antes la pauta, y por más que intenté hacerlo de la forma más egoísta posible, así no ha de resultar; tal vez es parte del conjunto de circunstancias que se juntan para decirme, así con mayúsculas y todo ¡QUE ASÍ NO ES!


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