como las patas de las palomas con dedos amputados, toda trasquilada a otra parte. Porque sobre las diéresis y los acentos no va nada. Porque el alrededor de mi vida tampoco lleva nada. Todavía no encuentro el color de ese vacío, que no puedo dibujar, escribir ni aterrizar. El color-olor de melancolía que afirme y sostenga el llorar con ruido, porque antes sí sonreí. Porque mis plumas todas mojadas no eran así y servían de algo.
Palabras llenas de incomprensión, un género completo igual.
La falta de fe,
me enojo con todos los franeleros y valeteros de la ciudad, por favor provóquenme, es lo único que necesito ahora, alguien con quien ponerme más pendeja.
6/8/10
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