Ya no quiero estar enojada.
Estoy enojada por estar sola, estoy enojada por salir con mis amigos, por que nadie me habla por teléfono y porque no para de sonar. Ya no quiero. No se de donde viene tener tantos frenos, tantos porque no hacer las cosas que se me antojan. Porque me enojo tanto cuando me siento obligada, porque me siento obligada, si nadie me obliga en realidad. Tal vez se veía venir y no quería verlo. La paz aparente antes de la tormenta. Quería llevar todo lo mejor posible y no puedo.
Y lo extraño mucho.
Me hacen falta sus ojos y sus chistes malos.
Y su atención.
Las preguntas necesarias con sus respectivas respuestas.
Estoy enojada. Estoy enojada porque cuando esta también estoy enojada. Porque cambie tanto? Así no era.
4 comentarios:
Magdalena, no sé bien pero me da la impresión de que todo tu enojo es consecuencia de que miras atrás demasiado. Mira hacia adelante. La vida te sonríe; responde con una sonrisa y no con un mal gesto. Te dejo un beso lleno de optimismo y buena onda,
V.
Poeta:
gracias, creo que tienes razon... risky bussiness esto de mirar tanto al pasado. Hare el esfuerzo, y muchas gracias por la buena onda y un beso de vuelta.
Sabes, enójate de nuevo... anda, hazlo ahora. Enójate porque un miserable desconocido escribe unas líneas sin cesar sin tu necesario permiso mientras el infeliz (sin que lo sepas, o mintiéndote), suelta una lágrima, sabiéndose sólo, aunque acompañado.
La olla de presión habría de explotar si no “suelta” un poco de vapor; es más, el guiso en su interior no sería tan exquisito si no se “resume” al permitírsele esa reacción que de sí, es natural.
Y bien, anda, enójate de nuevo, azota un puño a la mesa por tratar de dejar de leer estas líneas; en todo caso tu ira no dejará de evitar que el torpe manoseo del teclado a manos y dedos del emisor de este mensaje siga fluyendo.
Yo también me enojaría; es más, ya me enojé...
Exenio,
No, ya, ya pasó el coraje... pero gracias por la empatía.
saludos.
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