El tiempo lo mide un bebé. Hacemos los trabajos como si no hubiera nada mejor que hacer, como si nunca hubiera buen clima o ganas de caminar sin rumbo aparente. El tiempo lo mide un bebé, en él si se nota cada dia transcurrido, los 9 meses de gestación, cada gesto aprendido y el nombre de los que aprende a querer todos los días; así se mide el tiempo. En este lugar el tiempo se mide por operaciones y recuperaciones de las madres, dolores de cintura malantendidos, luces ahorradoras, ir y venir de impresoras. Sólo hay un personaje que no se ve enfermo pero se ve ido.
Los hedonistas la tenemos algo dificil aqui; dicen que así es la vida, dicen que toda la gente lo hace en todo el mundo y luego entonces así esta bien, pero no para nosotros los hedonistas. Nosotros no sabemos soportar ni competencia ni escalones o tablas de la "profesión", no entendemos de apechugar por un tiempo y nuestras vistas a futuro se reducen a fantasia en la que nada de lo habitable existe.
Los hedonistas la tenemos dificil porque no entedemos el tiempo, ni el que se fue ni el que viene. No extrañamos a nadie y probablemente nadie nos extraña, nadie completa los pasados que podrían ser los únicos tiempos completos.
16/2/10
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