Organizarme no me esta saliendo. Escuchar todos los consejos. No me gusta estar cansada, casi siempre lo estoy.
Aunque me vuelva a ver, ya me empieza a dar vértigo otro cambio, el que sea.
Cómo se hace para poder pensar sin hablar, sin tener con quien desarmarlo, que ayude en algo a que, al abrirlo no deje un olor y una atmósfera que será difícil de cambiar. Debería ser como una luz, lámpara, capaz de apagarla cuando se necesita. Eso me asusta. No más pretextos, por favor. Necesito tocarte y conocerte. Verte. Hablarte y que me contestes. Necesito entender el trago que me desborda y aprender a sorber y saborear y tomármelo todo, todo eso que se viste de un color que sobra o de una ventana que falta, o una mesa, o los libros o el tiempo o el chiste.
24/5/16
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario