11/7/07

ilusión

Mi parcela en la luna llegó sin querer. Desde el primer momento en que surgió me fascinó imaginármela, conocerla a larga distancia. Desde el primer momento me emocionó. Ha sido lindo hasta ahora leer todos los reportes y retratos hablados; mandar hasta allá elementos que la rodeen poco a poco (siempre siendo territorial, es una forma de habitarla) aunque sea desde aquí.

Pero, creo que mi parcela está habitada ya y todos los elementos que mando más que habitar, parecen intrusos incómodos. A mí tampoco me gustaría que alguien estuviera enviando materiales y texturas a mi casa, por más que sólo sean regalos, sólo yo decido cómo mi casa se convierte en extensión de mi misma y nadie más. Alguien más la construye todos los días, a diferencia de mí que sólo la imagino.

Es una tristeza, porque de verdad, aunque nunca la llegara a ver por mí misma, era una linda ilusión. Tal vez sea suficiente saber que existe, que ahí esta aunque no sea mía. Tal vez esta no era para mí, y la mía verdadera esté ahí solita, esperando que la llene de texturas y colores, de música, vida y tiempo, solo que todavía no es tiempo de encontrarla.

5 comentarios:

María dijo...

oh, espera espera... es una cosa de timing, de paciencia... al final ¿para qué querría uno una parcela si no es para vivirla? y de lejos está difícil. aguardemos a que llegue el momento de poner los ojos en ella sin tecnología de por medio, el de caminarla, el de olerla, a ver si de verdad te gusta.
Abrazo.

leslie dijo...

Tienes razón... sin embargo, jeje, insisto!... Tú, que eres como mi angelito al lado de mi oído derecho, me dice estas cosas lindas, que hacen que tenga ilusión y paciencia. Mi diablito en cambio, me dice así:
Las ilusiones son, cosa chistosa. Uno las toma porque las necesita, pensando que nada mas hay invertido en ellas, que son de humo. La cosa es, la mente toma las formas del humo y en vez de dejarlo difuminarse (como debiera ser) lo petrifica, el humo deja de danzar y de ser para convertirse en algo estático y con la fuerza de gravedad a la que la mente la haya elevado, caen. Pueden ser como balas, si está muy alto. Pueden ser como trozos de carne viva que caen pesadamente sobre una mesa soltando la sangre que uno invirtió sin darse cuenta. Esta ilusión no cayó tan fuerte; a penas como papeles en los que ya había trazado caminos, vistas, gente, color y cosas y cayeron dando vueltecitas en el aire, como castillo de cartas.
Pero no puedo evitar… si me llega por correo algún reporte, alguna foto, algo respecto a este asunto, de todas formas quiero verlo, con tantita tristeza y decepción pero lo quiero ver. Esperemos pronto encontrar otra ilusión, aunque sea chiquita.
(se que el comentario esta más largo que el blog, pero llamémosle, actualización)
beso angelito!

leslie dijo...

actualización 2: ta bien... no es pa' tanto, tienes razón.

Exenio dijo...

Sabes, no te lo dije antes, pero mientras leía emocionado tus respuestas a líneas previas, volví a llorar (caraxo, soy un maldito llorón).

El día que menos lo esperes va a llegar a ti un tsunami de felicidad ¿estarás preparada para ese evento?

Entretanto, sigue dando vida con tus trazos a esas ilusiones que, de suyo, aunque son efímeras, con un simple chasquido de tu parte permanecerán por todo el tiempo que así dispongas... gracias por compartirlas.

leslie dijo...

exenio,
gracias por tu comentario, muy lindo.
actualización 3: mi parcela lunar aterriza en un mes, esperemos que ese sea el tsunami al que te refieres, y sí! espero estar preparada.
nada que agradecer, "todo nació para ser compartido" (ver oda al pan).
saludos.