18/8/08

cosas de guardar

A mi no me importa, son pequeñas recaídas, la verdad que no me importan. Pero traigo los ojos húmedos otra vez. Otra vez y por la misma cosa, que a veces se disfraza y otras veces es esencia y la idea es "lo suficiente". Me pasa regularmente, y nunca es culpa del provocador, me queda claro; ya es una maquinaria independiente en mi cabeza. Aunque no es culpa del provocador, entre más cercano el efecto es más profundo. La idea de ser suficiente tiene largo historial en mi caso y la verdad es que no he sabido cómo limitar su poder sobre mí, ese es precisamente el punto, la hipersensibilidad a sus manifestaciones. Los efectos han variado a lo largo del tiempo, unas veces me han impulsado a conseguir resultados sorprendentes so pretexto de a ver si con esto es suficiente y otras veces nomás es una punzada, ya bien conocida, en el esternón. Escuchados anteriormente por orden de cantidad de veces repetidas de mayor a menor: es que eres muy intensa, es que tu carácter es muy difícil, te debería de importar menos, qué hueva tú y tus (introducir aquí cualquier tema relacionado con mis gustos, dígase música, imágenes, libros, etc.)... traducción simultánea en mi pequeña república independiente, porqué no eres diferente, para que te pueda querer. El tan pero tan escuchado ya wey, relájate; tiene exactamente el efecto contrario en mí, porque si me relajara sería todavía más "intensa", porque asi soy, si no soy más es porque trato de que sea menos. Intento reírme con los demás de mí misma pero en el fondo lo único que me dan ganas de hacer es irme. La mayor parte de las veces de ahi viene mi aislamiento voluntario.
Sol me dijo hace poco "cuidado con los ladrones del dolor" y me dejó pensando. Creo que tiene razón, si hay algo peor que la punzada inmediata, es la descalificación de lo que uno siente.

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